Reiniciando

Llega un momento en la vida de toda persona en el que es vital un cambio. Cuando todo te cansa es necesario buscar algo que te anime a seguir hacia adelante, cualquier tipo de motivación, aires nuevos y frescos que te golpeen en la cara. Mi momento llegó hace ahora siete meses.

Acabé la carrera con pocas espectativas de trabajar en lo mío en la que entonces era, y sigue siendo, mi segunda ciudad. La primera la abandoné cuando empecé la universidad. No me convencía seguir allí otro par de años haciendo quéséelqué, estaba un poco hastiada de todo en general y tampoco había encontrado lo que esperaba encontrar, por lo que decidí mudarme a tierras más frías y menos húmedas que las del norte.

Una vez allí/aquí las cosas marchaban sobre ruedas. Unas compañeras de piso inmejorables, un trabajo que apareció justo a tiempo y que me aporta(ba) muchísimo, otra carrera, un nuevo ambiente... Pero cuando crees que todo va bien, la vida, tan caprichosa ella, decide ponernos pruebas que debemos superar con más o menos dificultad y con mucho esfuerzo. De repente, antiguos fantasmas del pasado que creía olvidados reaparecieron, juntándose a su vez con problemas actuales y situaciones totalmente inesperadas de mi "nueva vida". Si a todo ésto, además, le sumamos el hecho de que una nunca estuvo segura de saber si estaba haciendo lo correcto yéndose a vivir a otra ciudad... pues apaga y vámonos.

¿Cuál es el resultado de tal combinación? Unos problemas se entremezclan con otros, generando nuevos problemas que afectan en el día a día, y que derivan en un estado de total confusión, el cual comienza a empañar lo que hasta entonces estaba claro, originando a su vez una nueva situación que me instiga a hacer las cosas mal. ¡Qué batiburrillo!
Empiezas a darle importancia a lo que carece de ello, dejando de lado las cosas importantes y empeorando la situación de una manera asombrosa.

En ese momento te bloqueas, y es cuando tienes dos opciones:
  • Opción A. Seguir como hasta entonces y acabar teniendo un trastorno psicóticoobsesivoesquizofrénicocompulsivo.
  • Opción B. Reiniciar el equipo.


Hay veces que las cuentas no nos salen, y por mucho que nos empeñemos en encontrar el error, no lo hallamos. Lo mejor en estos casos es tirar de goma de borrar y empezar de nuevo.

Lógicamente, he elegido la segunda opción. Borrón y cuenta nueva.

Una vez, hace siete meses, decidí iniciar una aventura a cientos de kilómetros de mi casa, la cual me ha traído muchas cosas buenas y bonitas que, quizás, no he sabido apreciar ni aprovechar del todo.

Ahora, cargada con la goma ya desgastada y el lápiz bien afilado, me toca reiniciar dicha aventura de una forma más receptiva y con un mayor grado de serenidad y optimismo. ¡Que todavía quedan muchas páginas por escribir!

2 Chapoteos:

ROCÍO 14 de abril de 2009, 13:45  

Sabias palabras, aunque resordar el pasado alegra ciertos momentos.

Para, piensa, prepárate y salta!
Así, sin más, cuando ves que el camino trae tormenta cambia rumbo a estriboooooor antes de estrellar el barco. La tripulación te apoya y en otras tierras encontrarás muchos más tesoros. La sal la tienes y siempre podrás saborearla de tu cuerpo;)

mua!

Elbereth 15 de abril de 2009, 1:57  

Reiniciar a veces es bueno, te lo digo yo, que es informática. No tento ni idea de que estás hablando, pero es cierto que a veces hay que pararse, mirar hacia atrás e intentar cambiar las cosas que no nos gustam pero lo importante es darse cuenta.

Lo discutimos cuando quieras con una cañita.

Muas!

"Te acariciaba el viento de poniente, te llevó a la arena bañada en salitre..."