Salitre



El otro día, paseando por la playa en buena compañía, recordé uno de tantos veranos que pasé en casa de mi abuela en Santander cuando era niña. Todas las mañanas bajábamos mi madre, mi hermano y yo al muelle, donde cogíamos la lancha que nos llevaba hasta el otro lado de la bahía a una playa más tranquila y paradisíaca. Nos encantaba sentarnos en la proa con los pies colgando y dejar que el agua nos salpicase, mientras mi madre nos reprendía que no saliésemos tan afuera. Una vez en la playa extendíamos todos nuestros bártulos, nos echábamos crema y... ¡al agua!

Cuando eres niño no hay mejor regalo en verano que tirarte todo el día entre castillos de arena, helados y chapuzones. Al acabar la jornada, cuando era la hora de regresar a casa, nuestra piel estaba blanca debido al salitre del agua de mar.

Y así, todos los días de todos los veranos hace ya unos cuantos años.

Por eso he elegido Salitre en la piel como título para el blog.

Porque con el paso del tiempo te das cuenta de que los pequeños detalles son los mejores recuerdos.

4 Chapoteos:

Marina de Luna 14 de abril de 2009, 14:43  

Elenina!!

Los pequeños recuerdos son nostalgia, la nostalgia es bonita, aunque parezca una contradicción. Siempre implica haber perdido algo pero también implica que hubo un momento que merece ser recordado.

Estoy segura de que no te arrepentirás de nada por que sólo podemos arrepentirnos de aquellas cosas que dejamos sin hacer, nunca de aquellas que intentamos.

Un beso muy fuerte amore, y enhorabuena por el blog!

Mandy*

rut 14 de abril de 2009, 18:50  

tú también aquí!!! yeah, yeah!!! abrazos. volveremos a ser ratones de biblioteca en breve.

d.

Elbereth 15 de abril de 2009, 1:49  

Y yo por que no conocía tu blog??
Muas!

Elbereth 15 de abril de 2009, 1:59  

Me gusta lo que has escrito :)

Me gusta el mar, y siempre que voy a santander, subo al faro a ver las olas pegar contra el acantilado de debajo del faro... durante horas

"Te acariciaba el viento de poniente, te llevó a la arena bañada en salitre..."